Evaluación continua y su importancia en el proceso de enseñanza-aprendizaje de Climatología en la carrera de Agronomía
Continuous evaluation and its usefulness in the teaching-learning process of Climatology in Agronomy career
Abstract
La evaluación tradicionalmente se ha centrado en la etapa final del proceso de enseñanza-aprendizaje llevando en muchos casos a que los alumnos se enfoquen más en aprobar la asignatura que en lograr un aprendizaje significativo. Sin embargo, el docente no debe sólo evaluar al final del curso, sino que debe hacerlo en cada uno de los bloques de conocimiento para facilitar el aprovechamiento y el aprendizaje progresivo de los contenidos de la asignatura. Al aplicar la evaluación continua, el profesor puede detectar los problemas de aprendizaje del estudiante y realizar una valoración integral del proceso de enseñanza-aprendizaje. El objetivo del trabajo fue evaluar la identificar los temas que presentan más dificultades en el proceso de enseñanza – aprendizaje mediante la evaluación continua. Se implementó un proceso de evaluación continua con la finalidad de facilitar la asimilación y el desarrollo progresivos de los contenidos de la asignatura Climatología correspondiente al primer cuatrimestre del segundo año de la carrera de Ingeniería Agronómica. Se utilizó como fuente de datos un cuestionario estructurado, al inicio de la clase práctica, se evalúan los fundamentos teóricos a emplearse en el práctico. Éstas evaluaciones constituyen el 30% de la nota del parcial correspondiente.
En el presente trabajo se presentan los resultados observados a lo largo de 7 ciclos lectivos (2012 a 2018). Las unidades que presentaron menor porcentaje de acierto fueron Bio y Agrometeorología, Radiación y Balance Hidrológico (con 42, 47 y 47%, respectivamente) y aquellas de mejor desempeño fueron Introducción, Vientos y Heladas (con 59; 60 y 64%, respectivamente). Los temas con menores porcentajes de aciertos pueden ser debidos a dificultad y el tiempo de aprendizaje. La evaluación continua le permite al estudiante recibir información sobre su ritmo de aprendizaje, y puede de esta manera reorientar su aprendizaje. A los docentes, les permite identificar las fortalezas y las dificultades, del tema desarrollado.